EJERCITA LA CONCIENCIA
Haz deporte. No descanses
el cuerpo demasiado, y corre
todos los días unos cuantos
kilómetros por la playa.
Ya decían muchos aquello de
"mens sana in corpore sano".
En todo caso, nunca olvides,
después de la actividad sana,
invitar un poco a salir
del letargo a tu conciencia
en un acto de tierna rebeldía.
Quizás, así estés sano
y veas cuán lucida
puede llegar a ser tu mirada,
cuando nada puede eclipsarla
en su desnudez humana.
Haz deporte cada día,
pero no te olvides
durante tu vida
de ejercitar la conciencia,
si quieres ser.
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