SIN PARAGUAS
Nadie lo había presagiado,
mas hoy no hay tormenta.
y llueve dentro de esta habitación
de nostalgia y tristeza.
Lo peor de todo:
no tengo paraguas.
No existe más belleza que atrapar los sonidos del mundo en unas palabras y ahondar en sus misterios por medio de las palabras de un poema.
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