Y AHÍ ESTÁS, Y NO ESTÁS
Y ahí estás, y no estás.
Tus ojos son ahora un mar
sin corriente ni olas
que golpeen las costas
de una ausencia llena de olvido.
ME miras, pero no sabes
hacía qué horizonte contemplas
mi melancolía al recordarte,
cuando sí estabas.
Y ahí estás, y no estás,
mientras las pupilas se me inundan
de una despedida que parece
haberse dado algo de prisa.
Aun con todo te siento,
y sé que también me sientes.
Te quiero, y sé que también
todavía me quieres
Y ahí estás, y no estás, mamá.
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