EN TU INGRAVIDEZ
Cuando me siento triste,
y me pesa la vida
como un barco de melancolía
atracado en el muelle
de soledad de mi mirada.
Entonces, te pienso un rato
y anhelo a que me invites
a tu ingravidez de abrazos
y caricias a un recuerdo
de distancia.
Me elevas hasta el beso
que nos damos en el alma,
cuando nos echamos de menos.
Y en tu ingravidez flotamos
del mundo, y salimos
hacia el amor nuestro,
ingrávido y sentido.
En tu ingravidez, vivimos.
Y solo existe la leve gravedad
de amarnos.
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