CÁRCEL SIN REJAS
Esta cárcel no tiene rejas.
Y sin embargo, los barrotes ahora
pueblan los ojos de mi mirada.
Se vuelven retorcidos, y alcanzan
el bostezo melancólico y vacío
de cada amanecer monótono
en alguna triste calle del mundo
para enterrar también mis palabras,
en el pozo de algún poema.
Silencio que habla a destiempo
ya de mis lágrimas,
porque ya casi he muerto.
Esta cárcel no tiene rejas.
Pero me siento, a veces,
tan enterrado.
cuando quiero volar.
Y sólo me quedan papeles
en los que imaginar
libres a mis palomas.
lunes, 15 de diciembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario