TARIFA PARA LOS SUEÑOS
Me exigen pecunia
por casi todo.
Sin embargo, mis sueños
nunca pasarán el IRPF.
Y tampoco dejaré que pongan precio
a la sonrisa de embeleso
de un niño que pudiera mirarme,
mientras sigo su mirada
llena aún de barcos de papel,
inocentes.
Mañana iré al banco.
Y saldaré más cuentas.
Pero no me pidan, por favor,
dinero para cerrar los ojos.
Y nacer en algún sueño.
miércoles, 3 de diciembre de 2008
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