DAME
Cuando vengas contigo,
sin olvidarte tras el vestido
lo que eres,
dame tus suspiros,
tus gemidos, tus caricias,
tus abrazos, tus miedos,
tu tiempo y tu vida
en un instante.
Y ante todo no olvides
llevarme también tu alma
de los pies la corazón.
Yo te desnudaré también
la mía sin tocarte apenas
cuando también
yo venga conmigo.
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