PENSASTE QUE ERA FÁCIL
Pensaste que era fácil
descolgarse del tiempo,
algo tan sencillo como despegarse
del agua que ha de bajarnos
la garganta para calmar la sed.
Y sin embargo, te fuiste
haciendo viejo, y los años
dejaron de regalar piñatas,
velitas de caramelos, y sonrisas
para tornarse en surcos
que te arrancan poco a poco
las horas de tu breve
y efímero instante humano.
Pensaste que era fácil
ser inmortal, y que tal vez
bastaba un poema
para montarse en la eternidad.
Tuviste que descender del verso,
y bajar de un taxi
en vez de desde un sueño,
para darte buena cuenta
de que la eternidad solo es
la difícil utopía con que deliran
dulcemente quienes se resisten
a montarse resignados en el tiempo.
Yo también pensaba
que era fácil
hasta que este poema
se ha acabado.
hasta que este poema
se ha acabado.
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