ME GUSTAN LOS BANCOS

ME GUSTAN LOS BANCOS

Me gustan los bancos,

solo cuando puedo

sentarme tranquilo en ellos,

y descansar en una nube

de delirios del mundo,

el tiempo y las ideas fútiles.

Si me dan crédito,

no del de creer,

ya no me agradan tanto.

Me gustan los bancos,

solo cuando también soñar

es posible sobre ellos,

en un parque cualquiera

de la estación de la fantasía.

Así sí me gustan los bancos.