Yo no invento nada,
aunque lo parezca.
Cuando te digo
que eres poesía
en la desnudez,
y el mundo en mis brazos
aunque en la ciudad
quedemos reducidos
a unos números
y una leve lluvia
de lágrima cuando
de las mejillas
se nos cae la tristeza.
Yo no invento nada,
porque tan solo eres
la mujer a la que quiero.
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