TE BUSCABA A TIENTAS
Te buscaba a tientas
muchas veces,
porque tu nombre aún
no se había estrenado
entre los sustantivos del mundo.
Rozaba la idea, pero en la boca
aún no se había inaugurado
ese verbo distinto que aguardaba
a que la muerte se despistara
y no fuera tan llana como siempre.
Te buscaba a tientas,
con las manos sobre un poema,
y los labios escalando
una cordillera de golondrinas
por ver si nos alzábamos
al vuelo en la caricia.
Tu nombre aún
no lo habían inaugurado
mis labios.
Y te buscaba a tientas.
0 comentarios:
Publicar un comentario