PUDIMOS DECIRNOS TANTO
Pudimos decirnos tanto
como todo.
Y sin embargo,
nos dijimos tanto
como nada.
Y nos fue suficiente
que la mirada hablara,
lo mismo que el susurro
de agua de un río
cuando corre por las colinas.
En silencio, y sin que sobre
un solo murmullo.
Los besos hicieron el resto.
Pudimos decirnos tanto.
Y sin embargo,
nos dijimos tanto
como nada.
Y nos fue suficiente.