SIN PREGUNTARTE AHORA
Sin preguntarte ahora
tengo la respuesta
que siempre quiero.
Tus labios aguardan
mi marea de besos,
abiertos y desnudos
como la lluvia en los balcones,
y el mar sobre las rocas.
Con el tiempo fuera de juego,
quieres descansar conmigo
un rato del pesado mundo.
Y me lo dicen tus ojos
también sin preguntarte.
No hace falta supongo,
cuando lo dice todo
el silencio amable
de la ternura.
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