CREO EN COSAS POSIBLES
Ahora creo en cosas posibles,
y no me gustan muchas biblias,
cuentos o metáforas del mar
que se anda en zapatillas
imposiblemente.
Creo en cosas posibles,
en las utopías celestes
que persiguen quienes, a veces,
entre escombros buscan solares
en los que fecundar primaveras,
y naciones de ánimo
en los que cosechar sonrisas
y hacer la dieta de la esperanza
entre sonrisas y júbilo.
Creo en repúblicas de entendimiento,
parlamentos de razón en el verbo,
y partidos de rosas verdaderas
que no marchita el capital financiero.
Creo en cosas posibles,
y en utopías posibles
como la de levantarme esta mañana
con ganas de creer en lo imposible.
Otra cosa posible más quizás.
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