QUE ARDAN LAS GANAS
Hace frío, y no es invierno.
La soledad me abraza,
pero aún estás a tiempo
de venir y quemar la ausencia
dulcemente con un beso.
Me apetece, me urge mucho
que ardan las ganas de nuevo
en ese incendio de caricias
que aguardo y me abrasa,
y solo se calcine ese momento
demasiado fresco de quererte
sin motivo y sin tacto.
Solo quiero, deseo, me urge
que ardan las ganas
mientras quiero amarte,
y, efectivamente, tú también me amas
en ese verano que llega contigo
después de que abrace la soledad.
Que ardan las ganas...
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