ENTRASTE A MI VIDA
Entraste a mi vida,
aún me pregunto cómo.
Las servilletas empezaron
a poblarse de verbos distintos,
y las lágrimas comenzaron
a no ser tan amargas y oscuras.
En los armarios había desnudez,
arcoiris y silencios por descifrar.
Y de repente el mar
no quedaba tan lejos,
cuando entonces me dejabas
que cruzara la ciudad y el mar
que aguarda tras los balcones,
desde tus pupilas tiernas.
Entraste a mi vida
por la puerta de un poema.
Y ahora quiero que te quedes
hasta que al fin sepas bien
por qué has llegado hasta mí.
Tal vez, estaba destinado
a quererte.
1 comentarios:
Muy bonito, el romanticismo ha desbordado los versos.
Cariños…
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