AMO TODO
No me entiendas ahora mal
cuando afirmo que amo,
por encima de todo,
todas las cosas.
A ti también te amo
de una forma diferente.
Amo el universo,
la tierra que piso
en verano o en invierno.
El río que me cuenta
su vaivén de agua
hasta el mar infinito
en forma de susurros
de ondas transparentes.
La ciudad de día,
y también a oscuras,
cuando de noche saltan
los pájaros de las jaulas,
y volar en zapatillas
y pijama ya no parece
otra utopía más.
Y, en definitiva, todo.
Amo todo,
por encima de todo.
Y a ti también te amo
de una forma diferente,
inconfesable.
Imagínate si no fuera así,
tú, que estás hecha
de todas las cosas.
¿Cómo podría amarte entonces
sin amarlas a todas ellas?
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