REENCUENTRO
Te está esperando paciente.
Lleva algunos años aguardando
a que lo vuelvas a acariciar
con las yemas del alma
que casi dejas,
mientras te maduraba
demasiado la mirada, y empezaba
a pesar demasiado la gravedad
de una realidad sin más sueño
que el cansancio cotidiano.
En el patio de la belleza,
siempre incólume de humo,
y malos cuentos urbanos,
te está esperando.
Aún quiere conversar contigo.
Tan solo escucha cómo te late
el corazón como aquel entonces.
Sístole, diástole. Estás vivo,
aunque te parezca que la vida
solo radica en pasar
hasta marcharse un buen día.
Vuelve con el que te está esperando,
paciente, sin prisa,
desde hace algunos años.
El niño que todavía no has dejado
con la edad y tus años
de hastío.
Vuelve con él.
Te está esperando tu niño interior.
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