TODO ACABA. ES CIERTO
Todo acaba. Es cierto.
La sangre deja de correr
La sangre deja de correr
al compás del tiempo
por todas las venas.
La ciudad se apaga
La ciudad se apaga
al serenarse la rutina
en el descanso nocturno.
El corazón se para,
al mismo tiempo que la última
noche nos concede quizás
una hora tardía de belleza.
Las cuatro dan las cinco,
lo mismo que la tormenta
siempre da paso al mediodía
que persigue otro momento
en el que alumbrarse
como otra existencia cuando el amor
se conjuga en otro recién llegado
al mundo y sus cosas.
Todo acaba. Es cierto.
Y hasta que llega ese momento
lo único que nos queda
es caminar un rato por lo hermoso
que supone estar vivo.
Todo acaba. Es cierto.
Y solo nos queda vivir
como algo más que pasar
hasta marcharnos.
Acabar cada día
viviendo un poco más.
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