SORPRESA DE LA VIDA
No trae siempre confetis,
y tampoco tardes inolvidables
de piñatas y una buena sidra.
Tampoco está siempre contenta,
aunque se enciende conmigo
cuando también se me iluminan
de regocijo y paz las pupilas.
Y no es que siempre venga
con una luz en su sombra.
Aun así, me encanta siempre
que, junto con el mundo,
la belleza y otros menesteres,
la vida no deje de sorprenderme,
aunque no siempre traiga confetis.
0 comentarios:
Publicar un comentario