Poema 21(Después del tiempo)
Después del tiempo
no quedan demasiadas cosas
que permanezcan siempre
con nosotros.
El cajón en que antes
guárdabamos mundos de tinta
se vuelve un trozo de madera
en que moran nostalgias de papel.
Y aquella ventana
por la que parecían asomarse
tantos sueños de barcos
de plastilina hacia el ensueño
ya se queda en un trozo de cristal
varado en un balcón
como un delfín sin mar que nadar.
Después de todo el tiempo
no quedan demasiadas cosas.
O tal vez sí, pero ya no
como las recordamos,
porque las horas
las han gastado como hojas
secas heridas de otoño.
No quedan demasiadas cosas
después del tiempo,
salvo recuerdos.
Y palabras con que contarlos.
domingo, 14 de septiembre de 2008
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