NO LO OLVIDES
No lo olvides. Te miro
igual a las siete de la mañana,
inundada de cansancio
y con los párpados exhaustos.
En tu mal humor de madrugada,
y la cara fatigada del desayuno
después de levantarte.
Y al mediodía, si bien
a veces pienso que no tengo ganas
de seguir escuchando indecisiones
o miedos o posibles derrotas.
Y mientras pasa el tiempo,
a veces, sin relojes
mientras lo detengo
en tus caricias y abrazos
como si fuera tan fácil
retener el paso de la sangre
parando las agujas y las pilas.
Y cae la tarde, y sigue
brillando claramente tu mirada
azabache de profundidad marina.
No lo olvides nunca amor.
Mi amor no es de barra,
instante o momento de ganas
de tenerte conmigo.
Siempre a las cuatro
o a las cinco de tu melancolía
o tu alegría o tu miedo,
te estoy amando.
Pese a nosotros mismos,
siempre te estoy amando.
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