DE AQUELLAS DOS SEMANAS AZULES
De aquellas dos semanas azules
me acuerdo de cómo tus ojos
clavaban el mar en los míos,
aun sin ser cristalinos,
aun sin ser transparentes.
Porque me mirabas claramente,
y mi pupila absorta
te replicaba brillo y ternura.
De aquellas dos semanas azules
recuerdo que quería arrancarte
dulcemente el amor como un albaricoque
de las ramas del árbol,
a tiernas sacudidas de cariño,
a roces de arrumacos y dulzura.
De aquellas dos semanas azules,
amor, me quedo con aquel cielo
que jugaba a la baraja
mientras jugábamos nosotros
a querernos sin pensar
en unicornios, villas maravillosas
ni fantasías.
De aquellas dos semanas azules
recuerdo sobre todo
que no solo nos amamos,
sino que supimos cómo amarnos.
Tu desde tu mirada clara.
Yo desde mi pupila absorta.
Así fueron
aquellos dos semanas
azules, contigo.
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