ERA DIFÍCIL
Era difícil. Eso decían.
Era difícil que me mudara
a tu tacto desde la promesa
de tocar de un poema sin más.
Y dejaras así de pesar
como una noticia de tristeza
y lágrimas de cuyas líneas
saladas solo saben mis mejillas,
de cuando en cuando, a solas.
Era difícil quererte
desde tan lejos. Yo lo sabía,
como también sabía mi piel
que quería habitar la tuya
sin jugar mucho más a las cartas
de soledad y frío de un verso
boca arriba, boca abajo.
Tan difícil como un sueño
o más incluso sin la mirada
ya de un niño que atraviesa
el mar sin mirar al agua.
Era difícil amarte.
Y sin embargo, ahí estuviste
aquellos días sin decirme adiós.
Como la lluvia que ahora
se asoma a la ventana sutil
y transparente,
mientras pienso que solo era
difícil quererte.
Y entonces nos amamos.
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