NO HACE FALTA IR MUY LEJOS
Algunas veces, busco el cielo
efímero de un vaso de tinto,
una cerveza y tu olvido.
Y otras me alejo un poco,
más o menos a una metáfora
de distancia pensando
que, quizás, tus besos
me aguardarán en las perchas
que cuelgan del armario
como las nubes parecen pender
del Sol y el firmamento.
Y los papeles se llenarán
de tus labios con los márgenes
carmín anclados en mi boca.
Me imagino también
que solo necesitaré
que me lleves a tu lengua
para recorrer de esquina
a esquina esta ternura sola
ahora que quiere desencadenar
una tormenta de ganas en tu deseo.
Y que las semanas contigo
solo tendrán lunes al abrigo
del cariño y los arrumacos.
Sin dirección de domingos
melancólicos ni días tristes.
No hace falta ir muy lejos,
cuando está cerca tu boca
para darme lo que ahora quiero:
acercarme a lo que piensas.
En fin, a lo que estoy seguro
de que quiere decirme tu boca:
un beso.
1 comentarios:
Los recuerdos suelen estar en cada rincón de nuestra casa y sobre todo en nuestro corazón.
Cariños....
Publicar un comentario