SE ESCUCHAN CAMPANAS
Se escuchan campanas
de bienvenida en las iglesias,
las ciudades y todo el mundo
a un nuevo discurso
de doce almanaques por arrancar.
Y más que buenos deseos,
me gustaría afirmar
que ya mañana en cada tañer
no habrá tantos ruidos molestos
y mortales como los de las balas
dejando despedidas en el asfalto,
las sirenas no serán malévolas
protagonistas de derivas de marineros
en altamar con cantos fantásticos,
y las granadas sabrán más a fruta
que a guerra y muerte
al paso de sus anillas
malditamente quitadas.
Se escuchan campanas
este próximo año
de esperanza, tal vez.