SUCEDE QUE NO SUCEDE
Sucede que, a veces,
nos empeñamos en que suceda
algo que no sucede.
Sucede que el tiempo
engaña cuando pasa
en los relojes, y no pasa
en la pupila embelesada.
Sucede que, a veces
nada sucede.
Sucede que el tiempo
engaña cuando pasa
en los relojes, y no pasa
en la pupila embelesada.
Sucede que, a veces
nada sucede.
Un beso futuro que no llega
nunca a atracar su travesía
de ternura en los labios.
Una tristeza, una pena
cuya mueca nunca
se torna sonrisa
en un rostro desamparado.
Y ahora, tal vez, un poema
de belleza despistada
que no encuentra surcos
ni siluetas en los que plantar
su simiente de amor
sin que le vaya la primavera
en un verso ausente.
Sucede que, a veces,
no sucede casi nada.
Y mirarte
sigue siendo
casi atravesar tus ojos.
0 comentarios:
Publicar un comentario