AHÍ SE QUEDARON

AHÍ SE QUEDARON

Ahí se quedaron, y aún vuelven

No han terminado de marcharse

de aquel rincón de besos

entre cuyos escombros de luz

todavía se juntan unos labios.

Ahí se quedaron, y aún vuelven

desde el asombro y el silencio iluminado

de aquellos que supieron darse

el Sol desde una mirada constelada,

llena de ternura.

Ahí se quedaron, y aún vuelven

a aquel rincón en el que un día

hicieron algo más que vivir:

detuvieron el tiempo queriéndose.

Y ahí se quedaron, y aún vuelven

cuando un poema como este

los devuelve al abrazo,

aunque sea de aire y ausencia.

Ahí se quedaron, y aún vuelven

discretamente a amarse.