VESTIDO DE PLUMAS
Naciste para volar,
aunque todo diga
que debes someterte
a la gravedad fútil
de la urbe y sus rutinas.
Solo necesitas poner
unas alas a tu pensamiento,
y un vestido de plumas
a tus aburridas horas de oficina,
como cuando eras niño
y en el recreo se podía jugar
a ser astronauta sin traje.
Naciste para volar,
y enamorarte cada día
de la belleza del mundo,
mientras vuelas
con el alma
y tu inocente vestido de plumas.
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