CUANDO HUBO MUERTO OTRO DÍA
Ayer,
cuando hubo muerto
otro día y seguía cortando
el sol el mediodía
como quien corta con tijeras
los sueños aun ya siendo
algo mayor para juegos,
inocencias y locuras varias.
Ayer,
supe que me seguías mirando,
mientras nacía en tu pupila
esa ternura de la que solo
saben hablar quienes se aman.
Cuando muere otro día,
y desde los ojos
se sigue acariciando el cielo
azul,
como si siempre
fuera de día.
1 comentarios:
Me podría enamorar de ti solo por tus palabras...
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