NO SOMOS DISTINTOS
No somos distintos
cuando hablamos del mundo
y yo soy un hombre corriente,
y tú una mujer sencilla.
Pero sí somos diferentes
cuando el mundo lo abarca
nuestra mirada,
y somos todo el mundo
que espera ahora asomarse
a los balcones de un beso
en tu boca, en la mía.
Distintos, amándonos.
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