Estoy solo. Busco en el armario
de mis metáforas un hueco
que me abrigue mejor del invierno.
No hallo ninguna prenda
digna de tal mención.
Y es entonces
cuando recojo de tu piel
de aire y versos
el verano que aún no llega
de besos y largas tardes
al abrigo, tal vez,
de tu ausencia.
Así, nunca estamos solos,
si bien he de buscarte
a tientas, a penas,
y a solas.
Estamos casi solos.
de aire y versos
el verano que aún no llega
de besos y largas tardes
al abrigo, tal vez,
de tu ausencia.
Así, nunca estamos solos,
si bien he de buscarte
a tientas, a penas,
y a solas.
Estamos casi solos.
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