SÉPTIMO DISCURSO HUMANO
(DESPIERTE)
Estimado/a lector/a:
No quiero que hoy vuelva a amanecer como de costumbre. Me he levantado algo rebelde. Debe ser eso. Por tal razón, no quiero limitarme a quitarme las legañas, lavarme un rostro algo pegajoso y elevar los párpados tras el cansancio ya bien reposado.
No quiero limitarme a saciar el hambre que suena en mi estómago con una taza de cacao con cereales o café con leche, mientras soy plenamente consciente de que otros seres humanos con tormentas de hambruna en el estómago pelean por un simple grano de arroz, en algún rincón mediáticamente desconocido de cuantos se hallan en el globo, al tiempo que otros colman sus bolsillos de dinero y acciones sin un verbo tan humano como amar. Y sí. No se equivoque. Quiero que siga sonando el despertador. Pero hoy quiero que sea diferente.
No quiero limitarme a erguir mi espalda como de costumbre. Quiero que también despierten un poco más mis ojos. Mi mirada observe desde sus pupilas claras. Mi razón se rebele, y mi consciencia siga lo que le dicta la poca humanidad a la que me dan permiso en muchas ocasiones.
Porque creo que despertar es algo más que cumplir con levantarse de la cama para ir a la oficina de lunes a viernes y, tal vez, dentro de no mucho tiempo, también sábados y domingos. ¿Quién sabe?
No puedo seguir limitándome a todo lo anterior, mientras otros sufren en parte por mi desidia o mi desapego. Yo también soy humano, a menos que los latidos de mi corazón se apaguen un día y yo siga viviendo. Cosa que dudo mucho, a menos que se hable del recuerdo o del alma. Y yo también me despierto, aunque, a veces, supongo que no lo suficiente.
Por tal razón, hoy levanto mis párpados, y con ellos también un poco más mi consciencia que sé que ansía hacerlo. También, si se me permite el atrevimiento, le pido que lea esto y realice el mismo ejercicio querido lector. Tengo la certeza de que le costará menos que el teléfono inteligente o el ordenador desde el que visionará este escrito.
Porque despertar es algo más que quitarse legañas y erguir la espalda para ir camino del trabajo. Y yo no puedo seguir durante mucho más tiempo dormido en este incómodo sueño de la inconsciencia colectiva. Despierte un poco mejor también si es posible, por favor.
Atentamente
Un ciudadano casi consciente
P.D: Disculpe si le he interrumpido el sueño. Pero me apetecía, lo repito, despertarme algo mejor esta mañana.
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