I
Son las siete.
Cae la tarde dulce
como tus ojos.
II
Te estoy mirando.
Y amanecen mis ojos,
mientras brillas.
No existe más belleza que atrapar los sonidos del mundo en unas palabras y ahondar en sus misterios por medio de las palabras de un poema.
1 comentarios:
Sutil.
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