YA NO ESTÁS
Es cierto. Ya no estás
en aquel lugar donde estuvimos.
Donde tu cuerpo era la tierra por labrar
que socavaban mis ganas
en busca de la primavera
que faltaba en la otoñal estampa
de septiembre de los parques.
Donde te quería, y el mar
salía del fondo de tu alma
como emerge una ola
de quién sabe
qué golpe de corriente.
Y donde estabas desnuda,
y mis dedos te recorrían
como al mundo que ahí afuera
se quedaba en unas calles
de asfalto y agonía, solamente.
Es cierto. Ya no estás
en aquel cierto donde estuvimos.
Eres azar de un poema
que te devuelve a mis labios
como una boca de aire
a la que sigo besando caliente,
mientras la soledad me recuerda
que es invierno afuera.
Y debo cerrar la ventana,
y los ojos, no sin antes
hacerte volver un rato
en aquel hermoso amor
en el que estuvimos.
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