MADRUGANDO
Otro día se asoma ahora
lleno de rosas o espinas.
No lo sé a ciencia cierta,
como tampoco la ciencia sabe
de qué se compone el alma.
Pero de algo estoy seguro.
Hoy madrugan mis ganas
de vivir, de querer, de mirarte,
de mirarlos, de observar,
de caminar, de andar.
Y que sé yo.
Ahí está la primavera.
Ahí están las rosas,
una montaña de sueños
cuya cima aguarda mis pasos.
Y un puente de esperanza
que se tiende siempre que falta
asfalto en la ciudad para las alas.
Ahí están mis ganas
madrugando con la vida.
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