JUGANDO...CONTIGO
Recuerdo aquellos tiempos
en los que me encantaba
jugar a los pronósticos certeros
de un sueño, y a veces,
de cuando en cuando jugar
a las tormentas o las guerras
sin que anegara el diluvio,
ni doliera demasiado la sangre.
Era maravilloso que el cielo
entonces estuviese también tan cerca.
Pero me ha crecido la mirada,
y ya los años se clavan
como estacas de almanaques,
a veces, en el pecho.
Sin embargo, vuelvo a aquellos días
cuando me acurruco a tu vera,
y durante nuestros besos,
el tiempo reposa y es posible
aproximarse a la eternidad
de una caricia en tus brazos.
Me encantan de nuevo
aquellos viejos tiempos
de papeles celestiales
y aviones sin queroseno al paraíso.
Jugando... contigo.
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