FORMAS DE EXTRAÑARTE
Hablar de la primavera
que le falta a una rosa.
Del sonido que anhela
una voz que entre la lluvia
y los días grises se agosta
como los campos en la canícula.
De la tierra que añora
amapolas en su manto de invierno.
Hablar de todo ello
es decir las mil y una formas
que tengo de extrañarte,
mientras ahora, supongo,
nos separa solo un recuerdo
que atraviesa el mar
hasta tocarte los labios,
que aún aguardan los besos.
Sin que yo te eche
ahora mismo de menos.
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