SI SUPIERAS DECIRME
Si supieras decirme ahora
lo que no acaban de expresar
las palabras, lo que no terminan
de leer mis pupilas
en los ojos otoñales
de la ciudad despidiendo el estío.
Si fuera tan sencillo
convocarte a este orden
estricto de rocas de estrofas
en las que se arriman las olas
de unas ganas a la espera
de una desnuda costa de abrazos.
Ay, si supieras, si tú supieras
cuántos silencios he de reunir
cada noche para que me hables,
aunque tu voz solo me toque
el alma desde lejos,
y haya de tirar mis ojos
a un mar de nostalgia
para desembarcar contigo
en un poema de caricias.
Tal vez, uno, el que callo
ahora mismo mientras te escucho
cantarme el cielo en un susurro.
Eres cuestión de reunir silencios.
En este caso, el mío.