CAMBIOS

CAMBIOS

Cambios. La vida cambia.

Y el tiempo es como una nube

a la que la brisa moldea,

como nos moldea la sangre

las arrugas conforme cumplimos años,

y la experiencia el carácter,

así como la primavera fecunda

árboles y primaveras

cada vez que marzo asoma

por los calendarios.

Cambios. Todo en la vida cambia.

Y yo quizás también sea esa nube

a la que la brisa del tiempo

moldea la mirada,

y los pensamientos ahora mismo

como el junco

que se dobla sin romperse

nunca ante la fuerza

desmedida del huracán.

Un hombre lleno de cambios,

y casi sin miedo.

CARTA PARA UN AMIGO 4 (TU GRAN FORTUNA)

CARTA PARA UN AMIGO (TU GRAN FORTUNA)

Querido amigo:

Vuelvo a escribirte 168 horas después desde la última vez. Si en la última ocasión ya puede decirse que fui breve, esta vez seré aún más lacónico. No necesitaré más de unas líneas.

En este momento, tengo la plena certeza de que no te sientes con mucha suerte. No has ganado la lotería, y tampoco te hallas a gusto en un trabajo en el que no te valoran como crees que te mereces. Te sientes perdido, como si la ciudad ordenada y segura se hubiera tornado en un laberinto de dudas en el que el malestar te acucia sin que exista razón aparente. Albergas miedo en tu interior, y la incertidumbre se vuelve unas punzadas molestas en tu estómago. Te están diciendo algo como: "Párate. No persigas la utopía. Sé práctico y no dejes tu trabajo indefinido".

Pero no estás bien. Por más que intentas levantar la cabeza, y asumir el despertar como algo más que una tarea cotidiana en la que, principalmente, se te despegan los párpados y, tras vestirte, echas a andar como un robot hacia la oficina. Descuida. Aún estás a tiempo de enmendarlo, aunque no lo creas.

Decía alguien bastante sabio que "no estás deprimido, sino distraído". Y puedo asegurarte que llevaba toda la razón del mundo. Yo también lo estaba hace algunos meses, y no había nada que me quitase la venda de miedo que me impedía contemplar la belleza de lo que se encontraba ante mis ojos. Andaba solitario como una marchita hoja que se cae del árbol en otoño. Yo me había apeado de la primavera de la vida unos segundos, y volví después a la senda.

Eres muy afortunado. Has nacido para algo más que para sobrevivir hasta que te llegue el día de marcharte, y apagarte como una última tarde que se muere a lo lejos. No te hacen falta los millones de ninguna lotería, cuando aún te quedan millones de latidos que escuchar en silencio desde tu corazón, genuinamente humano. Abraza de nuevo tu vida en su pleno apogeo. Te echa de menos, pero ahí está aguardando. Para que te la lleves de regreso a casa ahora, como la mejor fortuna de todas las que tienes. No lo olvides. Eres más que afortunado. Estás vivo, aquí y ahora.

Con todo el amor de la vida.

Un amigo sincero

TÓCAME

TÓCAME

Tócame, aunque tus manos

no me crucen de pies a cabeza.

Tócame como quizás acaricia

el Sol a las amapolas con sus rayos

como disparos tiernos de luz

sobre la tierra de la primavera.

Sutilmente..

Tócame, aunque solo tu aroma,

me penetre ahora mismo las ganas,

Tócame ahora el alma

con los dedos, a veces, invisibles

del amor que no separan

ni mares, ni fronteras,

ni dos ojos que no pueden

cruzarse las pupilas

en una mirada certera.

Tócame, y amemos mejor

el mundo, aun sin rozarnos.

Vuelve a tocarme

esta noche desde el poema

también bello de solo

querer amarnos.

SIGNIFICADO

SIGNIFICADO

Ya me he cansado

de significados de diccionario.

Los latidos de mi corazón

son más que sístoles y diástoles

hacia el día en que me apague

definitivamente como una farola

agotada durante cualquier noche

triste e inesperada.

El poema vuela, y se transforma

como la energía, en unicornio,

rosa, lágrima, belleza,

melancolía, nostalgia o ternura

según los ojos que lo miren,

y no quien dice interpretarlo

mejor que quien intenta

contemplarlo en su sencilla

desnudez de palabras y magia.

También me niego a creer

que la locura solo radica

en no ver el mundo tal y como es.

A ningún niño se le dice

que calle mientras canta

sin pudor en algún vestuario,

y tampoco que no salte

a los balcones de lo utopía,

hasta que se hace mayor,

y hay que cortarle de cuajo

los sueños con las tijeras

de una realidad resignada.

Estoy hastiado de significados

de diccionario para un universo

infinito de posibilidades,

anhelos y utopías.

Y hoy me toca quizás

descubrir que yo mismo

puedo ser más que solo yo,

un obrero cansado

de lunes a viernes,

que solo da vueltas

al mar en la pecera

rutinaria de la ciudad

los fines de semana.

Más allá de cualquier

significado de diccionario.

PIENSO EN QUE ME TOCAS

PIENSO EN QUE ME TOCAS

Pienso en que me tocas.

El vello se me eriza,

y me suben por el cuerpo

los escalofríos como la lluvia

parece escalar una montaña

en pleno aguacero.

Apenas estás ahí como una sombra,

como un soplo de viento

aún por rozarme la espalda,

mientras en la ciudad no parece

avecinarse tormenta alguna.

Espero, eso sí, que me golpee

tiernamente tu boca

en plena desnudez

 como arreciaría

un huracán de besos

sobre mis labios,

mientras el deseo llueve

a mansalva sobre nuestras ganas.

Aunque ahora solo pienso

en que me tocas.

Y apenas estás ahí

como una isla lejana

tras el horizonte.

Y debo esperar, tal vez,

a que te descubras

fuera de estos versos

como el amor que te tengo,

y quiero dejar de pensar.

Mientras solo pienso

en que me tocas,

y no te olvidas

de atravesarme el alma

con un recuerdo,

desde la nostalgia

de quererte conmigo.

Solo, solamente,
pienso en que me tocas.

COLGADOS DEL POEMA

COLGADOS DEL POEMA

Amanecemos,

aunque aún no despiertes

bien conmigo.

Nos basta con que mis ojos

a solas y, a veces, algo triste

nos miren desde la melancolía.

El alba nace en el horizonte,

y mientras todo el mundo

espera que terminen de desangrarse

otras horas en las oficinas,

colgados del poema

de amarnos ahora de lejos,

amanecemos.

Aunque aún no toquen

tus labios mientras despiertas.

Amanecemos.

UNA CANCIÓN ESPECIAL

UNA CANCIÓN ESPECIAL

Tú eres una canción tierna,

maravillosa, excepcional,

extraordinaria que dista mucho

de los ruidos mundanos y sencillos.

Tú eres una canción hermosa

que toca las cuerdas de mi alma,

mientras afuera solo se escuchan

los gemidos de los últimos ruiseñores,

cuyos delirios parecen inasequibles

al desaliento de la urbe,

y el marasmo cotidiano de sobrevivir.

Me rozas también los acordes

silentes del corazón,

mientras late la belleza

a golpes de do, sol,

y fa sostenido de poesía

en los labios musicales

de un beso sincero,

aunque, a veces, me separe

todo el mar de tu boca.

Y contigo sé que juntos

podemos componer el tiempo,

a nuestra peculiar manera,

en un compás de compasillo perfecto

donde solo gobiernen redondas,

blancas con puntillo, y negras

en el ritmo con que detenemos

la sintonía degradante de las horas

al amarnos infinitamente.

Tú eres una canción especial,

la mejor del mundo.

Y mi poesía y mis metáforas

ahora se limitan a entonarte,

mientras tus dedos me aprietan

tiernamente las cuerdas del cariño,

desde mi nostalgia de quererte.

VINISTE AQUEL DÍA

VINISTE AQUEL DÍA

Viniste aquel día. 

Todavía no sé cómo.

Viniste aquel día

de hace algunos años.

Y aún esta noche

sigues amaneciendo

en mi recuerdo,

como las tardes

en tu nostalgia no murieran.

Viniste aquel día

para que ni yo

ni el olvido te olvidáramos.

SUPE QUE LLOVÍA DIFERENTEMENTE

SUPE QUE LLOVÍA DIFERENTEMENTE

Supe que llovía de otra manera,

cuando al mirarme en tu recuerdo,

se me empapó el alma

de nostalgia, y tras el aguacero,

en la memoria, ahí seguías

agurdándome bajo la lluvia

para que te amara.

Supe entonces que llovían

más besos desde el alma.

MÍRAME AHORA

 

 

MÍRAME AHORA

Mírame ahora deprisa.

Aunque ya se te hayan volado

los ojos de mis pupilas clavadas.

Sígueme mirando aunque el mar

sea la distancia que nos separa

de regalarnos otro instante

de ternura sin palabras.

Yo te seguiré mirando,

desde siempre, con la nostalgia

como puente que te acerque

a mi tiempo, mientras no te olvido.

Mírame ahora.
Desde el alma te estoy viendo.

CARTA PARA UN AMIGO 3 (A TU INCERTIDUMBRE)

CARTA PARA UN AMIGO (A TU INCERTIDUMBRE)

Querido amigo:

Vuelvo a escribirte tras una semana de asueto. Y debo decirte que esta vez no pienso explayarme más de lo necesario. Solo quiero hablarte de algo simple y, a la vez, un sentimiento cercano al miedo que te paraliza: la incertidumbre.

Albergas dudas. Estoy seguro, Descuida, pues yo también las albergo. Lo único que quizás nos distingue estriba en la forma de considerarlas. Podemos verlas como muros invisibles cuyo único destino posible es el estancamiento en el miedo y la incertidumbre. Y también podemos tratarlas y contemplarlas como farolas titilantes que se nos presentan en los caminos de la vida para que andemos cada vez más rectos y firmes tras perdernos algún tiempo. Yo te recomendaría optar por lo segundo.

A todo ello sumaría las siguientes premisas. En primer lugar, no dejes que el futuro malgaste lo que ahora mismo estás viviendo. No te preguntes demasiado lo que puede ocurrir, porque quizás igual estés perdiendo un maravilloso instante mientras reflexionas demasiado sobre ese hipotético futuro que nunca acabará de llegar. En segundo lugar, no afrontes la vida como algo eterno, sino como algo hermosamente temporal. Nada es para siempre. Lo único que perdurará en el tiempo y se tornará inmortal es lo que siempre has sido: polvo en el universo. Nada más. Lo mejor es que colmes ese momento de materia cósmica, que es tu vida, de tu energía genuina y humana, mientras aún te lata el corazón. En tercer y último lugar, no temas que te sigan atormentando y abrumando el temor y la incertidumbre. Es natural que lo hagan. Lo único que debes hacer es no pensar que se avecina una tormenta, sino dejarlos que pasen por tu mente como la corriente pasajera de algún río de pensamientos malos efímero.

Soy consciente de que puede que todo esto no te resulte fácil, pero nunca estará de más que lo intentes. Sin demasiado miedo, acércate a tu incertidumbre y dale las gracias por estar ahí para iluminarte mejor, quizás, la senda de tu existencia.

Con todo el cariño

Un amigo sincero.

NO QUIERO MÁS

NO QUIERO MÁS

No quiero más.

Solo que me lata el corazón,

y que me la vida

para escucharlo de veras,

aunque un aluvión

de ruidos y temores,

en algunas ocasiones

ensordezca ese silencio mágico

en el que entona el alma

el descubrimiento 

del universo al desnudo,

mientras se está despierto.

No quiero más

que vivir conmigo mismo.

ESTÁ ESCRITO

ESTÁ ESCRITO

Está escrito.
En tus ojos,

destinatario de esas estrellas

que te recorren la mirada

con el amor en la pupila,

En mis ganas de quererte,

y mi urgencia de tocarte

el alma desde las manos

sin acercarme demasiado

al poema y al mar que separa

tu recuerdo de mi querencia

perentoria de arrumacos.

Está escrito que crucemos

la frontera del cariño,

y ahora sin más piel

que la nuestra desnuda,

atravesemos el tiempo

en un instante lleno de besos,

Está escrito en los labios

ahora que nos besemos,

y nos amemos a destiemo,

amor, si me lo permites.

ESTOY TRANQUILO

ESTOY TRANQUILO

Estoy tranquilo ahora mismo,

que es mejor, a veces,

que estar perdidamente

enamorado quien sabe.

Solo clavo los ojos

sosegados en la noche

en la que va a nacer pronto

otro día, y espero

que mis ojos también

amanezcan con un gobierno

de luces y flores en la mirada.

Mientras estoy tranquilo,

y mi vida parece ya

en paz, sin más balas

de miedo en el corazón.

Solo quería decirles eso:

estoy tranquilo.

NO SOY QUIEN PARA SER

NO SOY QUIEN PARA SER

No soy quien para ser

nadie, salvo otra gota

de polvo cósmica,

otra gota de mar

entre millones de mares.

Y el que, en fin, te ama

en un soplo de viento

sin que me respires

de cerca el alma todavía.

Aun así, no soy quien

aún para ser nadie.

QUIERO AHORA UNA PAZ

QUIERO AHORA UNA PAZ

Quiero ahora una paz

que signifique algo más

que la ausencia de balas

en el viento, y sangre

bajo los escombros

de una ciudad destruida.

Déjenme tranquilo

un solo momento.

Quiero escuchar mi corazón.

Una paz que solo sepa

de latidos y respiración.

Mientras me encuentro

cerca de mí mismo.

VOLAR SE ME HACE PESADO

VOLAR SE ME HACE PESADO

Volar se me hace pesado,

pero hoy me acompaña

tu nostalgia y tu recuerdo.

Y es como si en un beso

de mar y distancia

se aligerara mi carga

de tristeza y gravedad.

Y soñándote volara,

sin que me pesen tanto

las alas.

ME GUSTAS DE TODAS LAS FORMAS

ME GUSTAS DE TODAS LAS FORMAS

No puedo decirte ahora

cómo me gustas

porque me gustas

de todas las formas

posibles e imposibles.

Hasta cuando solo

mis sueños te alcanzan,

y mis brazos como barcos

a la espera de una orilla

en el que atracan su naufragio

de tacto y ternura,

hasta entonces me gustas.

Y cuando eres posible

tan solo siento que somos

incastigables por el tiempo.

La sangre nos degrada,

pero el corazón nos devuelve,

desde una inocencia consentida,

a la efímera eternidad

de besarnos los labios,

y el alma desnuda entretanto.

Por eso no puedo decirte amor

cómo me gustas, amor.

Porque me gustas

de todas las formas,

posibles e imposibles.

CARTA PARA UN AMIGO 2 (A UN GANADOR)

Querido amigo:

Te escribo de nuevo con afán de contarte algo distinto. En esta ocasión voy a concentrarme en el concepto de lo que yo llamo un "ganador". Hay muchas veces en las que los medios de comunicación nos bombardean con una de las posibles acepciones de ese sustantivo maravilloso y halagador. Se nos muestran imágenes de atletas, deportistas y gente con éxito en general a las que se le colma con laureles y medallas de diversos materiales en acontecimientos puntuales como los Juegos Olímpicos, entre otros muchos. Tanto que, en muchas ocasiones, pensamos que ese es el verdadero y genuino paradigma de triunfador colmado de éxitos que debemos perseguir durante toda nuestra efímera vida.

Debo decirte que nos equivocamos de pleno. Las medallas que podamos colgarnos, los éxitos materiales que podamos cosechar, y las fortunas que podamos aglutinar nunca van a llenarnos de lo que más necesitamos en esta existencia: felicidad. Pueden colmar armarios, estanterías, paredes llenas de trofeos y vitrinas. Ahora bien, nunca van a saciarnos de felicidad, porque este estado es como un jardín que solo puede regarse mediante amor propio, besos certeros al alma, y creencia en un mismo y en la existencia como algo hermoso, y no como un extenuante paso por la supervivencia hasta la muerte.

Ahora puedes preguntarte: ¿cómo puedo conseguir eso de lo que hablas? Es bastante más sencillo de lo que parece. Considérate ya un ganador. Un verdadero ganador. Un triunfador nato. Estás leyendo estas palabras, al tiempo que quizás escuchas cómo canta un ruiseñor en la copa de un sauce que no para de llorar. Sientes, te emocionas cuando te tocan las manos o el alma sin rozarte apenas la piel desde un poema perfecto. Ya ganaste el más valioso de los trofeos, aunque a veces los ruidos extraños de la urbe y las bombas de racimo mental que cada día te lanzan te impidan vislumbrarlo. Ya has ganado tu vida, desde el mismo momento en el que viniste al mundo por una especie de suerte cósmica. Y, aunque no lo creas, esa será siempre tu gran victoria, aunque nunca llegues a colgarte un trozo de metal del cuello o no aparezcas en la revista Forbes de los millonarios.

Te aseguro que nada de eso va importarte, cuando tu alma también despegue sus ojos del asfalto, despiertes de verdad y, entonces, te percates de que tu felicidad ha ganado también el mejor de los premios. Tú estás vivo y dispuesto a quererla también contigo mientras así sea, ganador.

Con todo el amor

Atentamente

Un amigo sincero

DIFÍCIL IMITAR A LOS PÁJAROS

DIFÍCIL IMITAR A LOS PÁJAROS

Pesan ahora el tiempo,

los miedos, la tristeza,

las dudas, la nostalgia,

y las utopías que creo

casi inalcanzables.

La gravedad de los prejuicios,

Los pasos sin huella

ingrávida en la oficina,

el agua sucia de las fuentes,

y la querencia del mar

que ahora parece

quedar tan lejos.

Pesan tanto ahora,

tantas cosas en esta ciudad

de muros y reflejos opacos

de Soles sin sistema ni órbita

en las miradas cansada

de la gente,

que resulta bastante difícil

imitar a los pájaros

y la forma en la que surcan

libremente los caminos

alados del viento por el firmamento.

Parecen tan libres las aves

de tantos pesos cotidianos

que debo decir

que les tengo algo

de envidia, pero sin rencores.

Y solo me da por pensar

que algún día seré como ellas.

No llevaré tanto peso

en mis alas, y los sueños

estarán más cerca de mis utopías.

Volaré bastante alto,

tanto como ellas,

sin nunca elevarme 

más allá de mí mismo.

Aunque resulte difícil

imitarlas bien del todo

con tanto peso ahora.

QUIERO DESNUDARME CONTIGO

QUIERO DESNUDARME CONTIGO

Quiero desnudarme contigo.

Pero déjame la camisa puesta.

Solo quiero que me toques

con lo que piensas de mí,

y la forma en la que me necesitas

más allá del tacto y el beso,

Y sin las manos me llegues,

me colmes de lo que te quiero,

y desquiero, a veces,

cuando solo el poema

te acerca un poco más

a esta puerta mía de soledad.

Quiero desnudarme contigo.

Y enseñarte el alma,

si es posible,

mientras te amo.

Así quiero desnudarme contigo.

NO ACUDEN LOS PÁJAROS

A esta lúgubre oficina,
en una tarde triste de febrero
en que la rutina se disfraza
solo un rato de colorines,
ya no acuden los pájaros.

Y mi alma me pide
que vuelva a aquellos sueños
celestes a buscarlos
para que anide la esperanza
tranquila otra vez en mi rellano.

Recuerdo que entonces paseaba
en triciclo por el Sol sin quemarme,

y la gravedad no me arrastraba

al fondo como hace ahora

con la belleza que concibo,

tras tirarla a la papelera

de alguna ilusión fútil.

Todo era maravilloso, y volar

quedaba solo a un pensamiento

certero de distancia,

que siempre llegaba

en el momento justo

para alzarme del tiempo,

el hastío, y el mundo

con el peso de la tristeza

sobre los hombros de asfalto

de una ciudad sin dioses ni sirenas.

Pero hoy los pájaros,

colibríes y demás aves

baten las alas lejos

de estos cristales.

Y sueño despierto

con que algún día

amanezca cerca del viento

mi esperanza vestida de utopía.

 

 

ME CRECE TODO

ME CRECE TODO

Me crece todo.

Ahora me crece todo,

menos la altura mía.

El mar en la mirada,

la poesía en los abrazos,

la ganas de tocarte

en mis manos 

y en la necesidad

de mi cuerpo de tenerte.

La urgencia en los labios

de besarte hasta la ausencia

y la nostalgia si pudiera

atravesarse un recuerdo

desde la memoria.

Me crece todo, ya ves,

menos la altura.

El amor en el alma,

porque te quiero 

desde que quise 

quererte conmigo.

Y que creciera el mundo

mientras nos mirábamos.

Me crece todo

en la hermosa altura

de amarnos, donde ni el tiempo

nos alcanza ahora.

Me crece todo así..

DIGAMOS QUE QUIERO SER BUENO

DIGAMOS QUE QUIERO SER BUENO

Digamos que quiero ser bueno,

Y emprendo un viaje largo

hacia lo que ahora mismo

creo que soy.

No sé si soy bueno,

ni malo, ni tristón,

ni preguntón, ni nada.

Supongo que lo iré descubriendo,

aunque ya sé que ahora

soy el universo

girando en torno a mi alma.

Ya luego veremos

si al final soy tan bueno

como yo mismo.

LLORO UN POCO

 

 

LLORO UN POCO

Lloro un poco apenas

en este mediodía gris.

Pero descuida.

No estoy triste.

Solo me corre

por las mejillas la emoción

 de saberte conmigo,

aunque no puedas tocarme.

Llueve desde mis ojos

la nostalgia de quererte.

Solo eso por lo que lloro

un poco apenas.

NOS BORRARÁ EL TIEMPO

NOS BORRARÁ EL TIEMPO

Nos borrará el tiempo

de la escena universal

del mundo y sus actos

humanos sin teatro visible

ni célebre,

y sus años, y sus centurias.

Seremos otra página más

con las estaciones,

y el otoño que arranca

las hojas a los sauces

con esa mano dulce

de septiembre insatisfecho.

Nos iremos. Partiremos.

Volveremos al polvo

cósmico que nunca

hemos dejado de ser.

La energía de nuestros besos

volverá a fecundar la tierra,

cuando nos toque embarcar

a la eternidad universal.

Y entonces sabremos

que solo nos borrará el tiempo.

El amor, desde nosotros,

y después de nosotros,

seguirá viviendo su particular

poema de caricias.

Desde nosotros, 

y después de nosotros.

Aunque solo

nos borre el tiempo.

CARTA PARA UN AMIGO 1 (SOBRE EL MIEDO)

CARTA PARA UN AMIGO (SOBRE EL MIEDO)

Querido amigo:

Te he notado algo desazonado durante estos últimos meses. Te tiemblan las manos como flanes a los que aún no se les ha puesto el molde. Rezumas agobio por los fríamente húmedos poros de tu piel como sudor de rocío las rosas cuando ha llovido sobre la pradera, y la incertidumbre te corroe los pasos futuros, aunque sepas bien que solo valen más bien los que ahora das por la ciudad, por más que no te apetezca.

Supongo que tienes miedo. No temas mucho. Puede ser solo un amigo un tanto pesado. Puedes volverlo un pasajero temporal de tu existencia o un auténtico monstruo imposible de vencer cada día. Solo depende de cómo lo observes, de cómo lo trates y de si quieres que se quede demasiado tiempo contigo. No olvides que siempre va a estar acechándote, tras cada duda o vacilación. Tras cada vicisitud u óbice que puedas hallar en el camino.

Todo depende de si lo consideras un semáforo siempre en rojo imposible de saltarse, cuando hablamos de buscar lo pragmático en la vida, o si lo ves como una señal de ceda el paso hacia los sueños cuando sientas que ya no deseas lo que haces. Solo debes dejar que el amor y su fe inquebrantable en la utopía contrarresten dulcemente ese mohín de desespero que se te dibuja en la cara cuando toca a las puertas de tu pensamiento el pavor.

El miedo te susurra. Te habla. Te dice que frenes, que no vas a lo sencillo y fácil. Descuida. En ese instante, tus sueños y tu fe deben ser sencillamente más rápidos que él para dejarlo atrás otro rato más. Déjalo que rompa solo un instante en las costas abstractas de tus reflexiones, y que se funda a los pocos segundos como aquella de agua en el océano. Luego sigue nadando, y ansía el mar que te aguarda tras ella.

Y no temas mucho finalmente. Recuerda que el miedo es solo un amigo un tanto pesado al que pueden reemplazar tiernamente el amor y su fe inquebrantable en la utopía.

De corazón

Un amigo lleno de amor

TRABAJO O FUNCIÓN

¿TRABAJO O FUNCIÓN?

Ya no temo demasiado

a lo que temía antes.

Perder el trabajo, un salario,

aunque me supusiera

desangrar mis sueños

ocho horas más en una oficina,

y mi existencia no fuera más

que un ocaso prolongado

de cotizaciones a la Seguridad Social.

Y pienso: cuán ridículo

es que nos parezca hermosa

la hemorragia de utopías,

y delirios que se suicidan

desde las ventanas acristaladas

de la comodidad de un urbe,

donde el vuelo normal

de los pájaros es una locura

si alguien los anhela.

Se nos ha derramado

ya la inocencia en un pupitre

en que mataron los colibríes

de nuestra imaginación

a tiros certeros de reglas,

y alarmas de recreo.

Pero aún estamos a tiempo.

De eso también estoy seguro.

Solo de nosotros depende

que la vida se torne

una función histriónica

de sueños en la que seamos,

junto con el alma desnuda,

protagonistas principales.

O se vuelva un desfile

diario al matadero

de anhelos de este mundo,

loco y sin carreras

a alguna parte cerca del cielo.

Entonces,

¿trabajo o función?

LOCURA DEL MUNDO

LOCURA DEL MUNDO

Los peces no se ahogan

por surcar los mares

y seguir el instinto natural.

El colibrí vuela,

y no piensa que el viento

puede romperle nunca

las frágiles alas de una ráfaga.

La mariposa se divierte

sencilla revoloteando,

sobre la flor, sin importar

que en otoño se le caigan

las hojas a la rosa

de la que liba.

Y el delfín juega

con el rumbo y la estela

de los barcos cuando las ganas

le piden que el océano,

sus columpios de olas,

y su magia no le bastan.

¿Por qué nosotros entonces,

desde niños debemos parar

de soñar cuando suena

la alarma del fin del recreo,

y sin darnos cuenta

nos hacemos adultos

con el alma más pequeña?

¿Por qué debemos seguir

la locura del mundo,

y no ser

naturalmente humanos

y desnudos sin tapujos,

como el colibrí,

la mariposa, el delfín,

y los peces?

Yo ahora mismo no sé mucho

de nada de casi nada.

Pero quiero seguir

mi instinto.

El alma me comenta

que debo volar sin miedo

un rato hacia la utopía,

aunque en vuelos regulares

sea difícil llegar al anhelo.

Con el corazón

bien metido en la maleta.

Y ahí iré, lejos

de la locura del mundo.

SOLO PAPELES

SOLO PAPELES

Papeles. Solo papeles.

Siempre afuera, en la urbe,

tras los cristales de oficinas,

donde palidecen ángeles,

y se esfuman colibríes,

y mariposas de sueños,

parece que se celebra

una fiesta de papeles

tras la que estamos bien,

nos jubilamos y amargamos

la existencia a algún cajero

automático más que a nuestra

conciencia humana y desnuda.

Eso parece.

Papeles. Solo papeles

en las facturas

que parece

que nos debe costar la vida.

Y en el bolsillo, olvidada,

entre billetes está el alma

que aguarda que algún día

el poderoso papelístico

de D. Dinero la deje salir,

un rato a respirar poesía,

sin que se le ahogue la vida

entre mareas de hojas finas

sin más valor que el bancario.

Y solo papeles.

SOLO OCURRIREMOS UNA VEZ

SOLO OCURRIREMOS UNA VEZ

Solo ocurriremos una vez.

El momento en el que nos amemos

será irrepetible.

No habrá otro momento

como ese, ni una segunda

oportunidad para que nos toquemos

el alma desde los labios

hasta los pies.

Déjame tan solo

nacer en otro beso tuyo,

de nuevo, mientras muere

el tiempo al querernos.

Y sabemos que este poema

diferente del mundo triste,

y nuestro,

ocurrirá solo esta vez.

NO VAS A VOLVER

NO VAS A VOLVER

No vas a volver.

Esta suerte no tocará

dos veces a la puerta

de tu nacimiento fortuito.

Y no sé si ya adivinas

que hablo de la vida.

No llega dos veces.

Hazla feliz ahora,

en este momento

que aún te late el corazón.

Porque de esta no vuelves.

SOLO SOY YO MISMO

 

 

SOLO SOY YO MISMO

Solo soy uno

con el universo.

Casi nada.

 

Una migaja de polvo

de un cometa que intenta

siempre brillar con su luz

propia y no la prestada

por otros astros sejementes.

 

Solo soy casi nada.

Solo soy yo mismo.

O, al menos, lo intento.

 

 

ESTÁ OSCURO

ESTÁ OSCURO

Está oscuro afuera.

Se está muriendo

otra tarde sobre el horizonte.

Otro día sangra

las últimas horas

que le quedan.

Pero abres los ojos,

y no me apaga la noche

como cabría esperar.

Mirarnos es tan mágico,

que amanece cuando me dejas

abrirte el alma desnuda

desde los ojos,

aunque la luz en la ciudad

ya ande semidormida

solo en las farolas.

Y esté oscuro.

NOS ENTENDEMOS

NOS ENTENDEMOS

Nos entendemos.

Podemos decirlo sin palabras.

Nos entendemos

de otra manera diferente,

cuando de nuestra mirada,

transparente y clara

como un mar en calma

en un mediodía hermoso,

se asoma un susurro silente

que solo tú y yo escuchamos

al querernos sin pronunciar

gravemente o llanamente

lo que significa amar.

Y en unos besos ahondamos

en la profundidad insondable

de la ternura cuando va de abrazos,

y gobiernos de arrumacos

sobre la piel desnuda.

Nos entendemos.

Tú y yo, sin hablarnos.

Quizás no haga falta

cuando todo nos lo dice

el corazón que nos guía

ahora a seguirnos siendo

el intenso poema de amarnos.

YO SOLO PREGUNTO

YO SOLO PREGUNTO

Yo solo pregunto mucho.
Soy eso que llaman un preguntón,
y asedio a la duda humana
en busca de alguna respuesta
cual faro que guíe mis navíos
a la deriva de miedos y enigmas
hacia la costa del sosiego definitivo.

La paz no siempre es monolísaba,

cuando de más adentro se trata.

Hay miedos que estorban

con sus temores bisílabos,

y dudas que se vienen a añadir

a una incertidumbre

al final polisílaba.

Además, viene la muerte

llana a sumarse a la fiesta.

Pero yo sigo preguntando

dónde queda eso que llaman

felicidad y si en ella encaja

la vida desnuda tal cual llega,

sin más aspavientos.

Yo solo me pregunto.

Me gusta preguntar,

ante la vacilación que constituye,

en ocasiones, existir.

Yo solo pregunto mucho.

Soy un preguntón de la vida.

PARECE QUE LO ADIVINAS

 

 

PARECE QUE LO ADIVINAS

Parece que lo adivinas.

El viento que nada

en mis alas de versos,

cuando me sientes desde lejos,

y solo mi poema te toca

con las letras del alma.

Parece que lo adivinas.

Te estoy mirando

desde un recuerdo,

y lo intuyes todavía

como si en lontananza

también se pudiese adivinar

la música de una primera ola

distinta sobre la orilla.

Me lees los besos

que estoy por darte también.

Y la forma en que me miras

me acerca a la luz universal

que enciende en la noche

los luceros que iluminan el camino.

Y aquí estamos ahora,

sin estar presentes,

amándonos el alma

desde otra estrofa más

de nuestra historia.