PIENSO EN QUE ME TOCAS

PIENSO EN QUE ME TOCAS

Pienso en que me tocas.

El vello se me eriza,

y me suben por el cuerpo

los escalofríos como la lluvia

parece escalar una montaña

en pleno aguacero.

Apenas estás ahí como una sombra,

como un soplo de viento

aún por rozarme la espalda,

mientras en la ciudad no parece

avecinarse tormenta alguna.

Espero, eso sí, que me golpee

tiernamente tu boca

en plena desnudez

 como arreciaría

un huracán de besos

sobre mis labios,

mientras el deseo llueve

a mansalva sobre nuestras ganas.

Aunque ahora solo pienso

en que me tocas.

Y apenas estás ahí

como una isla lejana

tras el horizonte.

Y debo esperar, tal vez,

a que te descubras

fuera de estos versos

como el amor que te tengo,

y quiero dejar de pensar.

Mientras solo pienso

en que me tocas,

y no te olvidas

de atravesarme el alma

con un recuerdo,

desde la nostalgia

de quererte conmigo.

Solo, solamente,
pienso en que me tocas.