ESTOY DESPIERTO
Estoy despierto, y duele,
a veces, no ver siempre
verde como la primavera
el color de los semáforos
que detienen sueños,
y ponen el acelerador
hacia el suicidio del mar,
los sueños, y los nombres
de la humanidad.
Hiere mucho, y digo
que hiere sentirse polvo
endeble en la arena
ascendente de los relojes,
y que no acompañe
en cada hueco de tristeza
un gramo de fantasía
que devuelva a Peter Pan
la sonrisa que perdió con los años
del asfalto y los colorines prohibidos.
Estoy despierto, y duele.
Es cierto que duele más,
a veces, ver que estar ciego.
Cuando mirar está prohibido,
y el viento no es de plata,
y los sueños reposan siempre
bajo las sábanas sin más calor
que el de un verso efímero.
Sin embargo, es hermoso
tener ahora más que nunca
la oportunidad de volver cada día
a vivir, mientras estoy despierto.