LLEGASTE
Te preveía ya la luna:
tus ojos me estaban esperando.
Esperaban que llegara
esa intuición poética
de la belleza que transfigura
lo imposible en reto
del silencio, y la ausencia
en beso.
Y las palabras
tuvieron empatía
con mis lágrimas.
Me entendieron bien.
Y tú llegaste
a ser poesía.
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