NO ESPEREMOS DEMASIADO
No esperemos demasiado.
Ni al tiempo, ni a nosotros.
Ni a que sean otros
los que lleguen antes
a conocer el mundo de un beso.
No esperemos demasiado
a la caricia.
Amemos.
Amémonos.
No existe más belleza que atrapar los sonidos del mundo en unas palabras y ahondar en sus misterios por medio de las palabras de un poema.
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