NUESTROS OJOS
Se encontraron nuestros ojos.
Y nos siguen mirando
la tarde como entonces,
aunque tú ya no me mires.
Cruzamos la vida
en un solo brillo,
en nuestras pupilas.
En la calle sin esquinas
oscuras de la ternura.
Y encontramos el corazón
que le falta al invierno
deshelado de estos días
sin demasiado verano,
mirándonos.
En nuestros ojos,
mientras se amaban.
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