ESTA NOCHE NO TENGO MIEDO
Esta noche es extraña.
No tengo miedo
como acostumbro.
Me acuesto sobre las espinas
invisibles de una rosa
y quiero rozar la locura
de eso que llaman amar.
No me importa que sea
una ciencia inexacta
ni que tus besos
se encuentre a más
de dos o tres soledades
de mi nostalgia ahora.
Y estoy dispuesto
a hacer la guerra
en tus besos.
Eso sí, por favor,
que las balas
sean de carmín.
Esta noche
no tengo el miedo
que acostumbro.
Y ahora, mientras te sueño,
peino el mar
en zapatillas.
Todo es posible
contigo, si me amas.
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