LA NOCHE YA ES NUESTRA
La noche ya es nuestra,
porque el recuerdo y el sueño
me dan besos que saben
siempre a sencillez de amapola
y dulzura de fresa
mientras vienes de su mano
etérea e inconfesable.
Ahora falta que se acueste
también el mediodía
en tus pupilas,
mientras te miro.
Porque la noche ya es nuestra.
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