ESTAMOS SOLOS TÚ Y YO
Ahora estamos solos tú y yo,
y quiero que seamos únicos.
Olvida un poco esa ciudad
de recortes tirados de periódico
que hablan de Olimpos bursátiles,
y Hércules de las finanzas depredadoras.
No detengas tus pupilas maravillosas
en las casas de enfrente,
grises y con balcones cerrados
a otra cosa distinta del asfalto
o el patio trasero del edificio.
Tan solo mírame,
bordea la herida punzante
que todavía no se ha abierto,
y por la que tienes miedo a amarme.
Yo solo estoy aquí para quererte,
y que me quieras sin preguntarme
cómo ni cuando te estoy amando.
Estamos ahora tú y yo solo,
y quiero que seamos únicos.
Lo demás sobra para este,
nuestro mundo de querernos,
inconfesablemente, infinitamente.
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