Sherezade pudo contarle
al rey el cielo en mil noches.
Yo ya he revelado desnuda
a la tarde, mientras te abría
el alma como una puerta
infinita a la belleza,
y te contaba las mil veces
que he amado incluso el tiempo
que mata mientras me detenía
a besar tus horas con los labios,
y mi boca.
He pasado mil noches
pensando en que cortarías
el mediodía, mientras amanecían
otros días en tus pupilas
y las mías, frente a frente.
Ahora en la siguiente puede ser
que definitivamente miremos
lo que Sherezade solo contó al rey:
el sueño de amarnos
mil y una y mil más noches.
He pasado mil noches
pensando en que cortarías
el mediodía, mientras amanecían
otros días en tus pupilas
y las mías, frente a frente.
Ahora en la siguiente puede ser
que definitivamente miremos
lo que Sherezade solo contó al rey:
el sueño de amarnos
mil y una y mil más noches.
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