QUEDARSE EN EL ALMA
Hay personas que se quedan
en la retina unos segundos,
y algún tiempo más en los recuerdos
si los quisimos algo más
que solo durante el instante
en que se cruzaron los pasos
de alguna calle o avenida.
Y hay otras que habitan
bastante más horas
que las de los relojes.
Como tú ahora,
que te has quedado en mi alma.
Que te quiero desde la piel
hasta ese rincón inhóspito
que mi corazón quiere habitar.
Ay, quedarse en el alma
como tú te quedas ahora
en la mía no es tarea simple,
ni de unos cuantos días.
Se puede trabajar en los recuerdos,
y escribir un poema efímero
sobre la breve belleza
de un instante,
pero ya es más complicado
poder decirte lo que quiero.
Poder decirte que has traspasado
el umbral de la palabra,
y los susurros informales
hasta venir a la puerta
de mi ser, y de lo que quiere
mi ser que seamos:
nosotros en plural
en cada día siguiente a este.
Quedarse en algún lugar,
visitar naciones de banderas,
escaramujos o batallas.
Ay, algo tan diferente
a quedarse en el alma
como te quedas tú
ahora mismo en el mía..